domenica 24 novembre 2024

"Para que tú me oigas" - Pablo Neruda

 












Para que tú me oigas 

 

Para que tú me oigas

mis palabras

se adelgazan a veces

como las huellas de las gaviotas en las playas.

 

Collar, cascabel ebrio

para tus manos suaves como las uvas.

 

Y las miro lejanas mis palabras.

Más que mías son tuyas.

Van trepando en mi viejo dolor como las yedras.

 

Ellas trepan así por las paredes húmedas.

Eres tú la culpable de este juego sangriento.

 

Ellas están huyendo de mi guarida oscura.

Todo lo llenas tú, todo lo llenas.

 

Antes que tú poblaron la soledad que ocupas,

y están acostumbradas más que tú a mi tristeza.

 

Ahora quiero que digan lo que quiero decirte

para que tú las oigas como quiero que me oigas.

 

El viento de la angustia aún las suele arrastrar.

Huracanes de sueños aún a veces las tumban.

Escuchas otras voces en mi voz dolorida.

Llanto de viejas bocas, sangre de viejas súplicas.

Ámame, compañera. No me abandones. Sígueme.

Sígueme, compañera, en esa ola de angustia.

 

Pero se van tiñendo con tu amor mis palabras.

Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas.

 

Voy haciendo de todas un collar infinito

para tus blancas manos, suaves como las uvas.

 

Pablo Neruda

 

 

 

 

 

 

 

 

Perché tu possa ascoltarmi

 

Perché tu mi oda

le mie parole

a volte si assottigliano

come le orme dei gabbiani sulle spiagge.

 

Collana, sonaglio ebbro

per le tue mani dolci come l'uva.

 

E le vedo lontane le mie parole.

Più che mie esse son tue.

Si arrampicano sul mio vecchio dolore come l'edera.

 

Si arrampicano così sulle pareti umide.

Sei tu la colpevole di questo gioco sanguinoso.

Esse fuggono dal mio rifugio oscuro.

Tu riempi tutto, tutto riempi.

 

Prima di te popolarono la solitudine che occupi,

e sono abituate più di te alla mia tristezza.

 

Ora voglio che dicano ciò che voglio dirti

perché tu oda come voglio che m'oda.

 

Il vento dell'angoscia ancora le trascina.

Uragani di sogni a volte ancora le abbattono.

Senti altre voci nella mia voce addolorata.

 

Pianto di vecchie bocche, sangue di vecchie suppliche.

Amami, compagna. Non abbandonarmi. Seguimi.

Seguimi, compagna, in quest'onda di angoscia.

 

Ma vanno tingendosi del tuo amore le mie parole.

Tu occupi tutto, tutto occupi.

 

Ne farò di tutte una collana infinita

per le tue mani bianche, dolci come l'uva.

 

Pablo Neruda

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